Artículo de opinión José Ignacio Palacios en El Debate: https://www.eldebate.com/opinion/tribuna/20250721/bocanada-aire-fresco_318725.html#utm_source=rrss-comp&utm_medium=wh&utm_campaign=fixed-btn
Ante el olor pestilente que generan algunos de nuestros políticos hay noticias, como la del pamplonés Pablo Sánchez Bergasa, que son una bocanada de aire fresco y devuelven la confianza en el ser humano. Pablo tiene 31 años, es ingeniero especializado en Tecnologías Industriales y cuenta con un máster en Sistemas Eléctricos de Comunicación e Información. Hasta aquí, como muchos cientos de jóvenes de su edad. Pero Pablo, trabajador por cuenta ajena, es emprendedor social y dedica sus ratos libres a desarrollar un modelo de incubadora neonatal de bajo coste, denominada in3ator, tan necesaria como impronunciable es su nombre, fabricada en plástico y desmontable, que cabe en una pequeña maleta y se puede enviar a cualquier rincón del mundo.
A día de hoy, un millón y medio de bebés prematuros fallecen al año por falta de recursos técnicos. Las incubadoras comerciales cuestan unos 32.500 euros y las pocas que llegan al tercer mundo han sido jubiladas en los países desarrollados y su tiempo de vida útil es corto o llegan allá casi inservibles, y la única solución que tienen es poner a los bebés prematuros en cajas de zapatos o en calabazas vacías. La incubadora de Pablo sale por tan sólo 350 euros, lo que cuestan los materiales; es decir, cien veces menos, y también salva vidas y está funcionando en hospitales donde los médicos la empezaron a utilizar, sin albergar esperanzas en ella, ante la falta de alternativas porque o usaban la in3ator o protegían a esos bebés con estufas, envolviéndolos en papel y sábanas. Así sucedió en Camerún, donde nació un bebé llamado Zoe, que pesaba tan sólo 500 grs y estaba condenado a morir. Gracias a la in3ator salió a flote.
Pablo dice que él ha aprendido que Dios es un Dios de vida que está deseando que estos bebés salgan adelante, porque la vida es un regalo que Él nos ha dado. Por eso, hace siete años creó la ONG sin ánimo de lucro Medicina Abierta al Mundo (MOW: Medical Open World) que lidera, en la que sus padres y sus tres hermanos (un chico y dos chicas) desempeñan un papel capital. Hasta ahora MOW únicamente se ha financiado con lo que en inglés llaman las 3 F: family, friends and fools (familia, amigos y locos/ingenuos). Su objetivo es que las incubadoras, que son fabricadas en colaboración con alumnos de diferentes centros educativos españoles, lo que sirve para reducir costes y fomentar la implicación de la sociedad, lleguen al mayor número de destinos. A día de hoy ya funcionan en hospitales de bajos recursos de más de 30 países, especialmente de África y América, sin olvidarse del Nepal y de otros destinos en guerra, como Ucrania, donde han salvado la vida de cientos de recién nacidos.
La in3ator ha sido diseñada para poder pasar el certificado de homologación que las ONG exigen para distribuirla en los hospitales pero, para poder obtenerlo, necesita 150.000 euros, una cantidad que ahora no está al alcance de sus manos. Pablo quiere sacarlo porque lo que a él «le interesa es salvar el mayor número de bebés y el certificado es el medio para acceder a más hospitales». Por eso, anima a todo el que pueda ayudarle (empresas, ONG o particulares) a contactar con MOW a través de su web: medicalopenworld.org
A Pablo le han concedido el Premio Princesa de Girona Social 2025. El fallo se dio a conocer, el pasado febrero, en el Tour del Talento presidido por el Rey Don Felipe, en L’Hospitalet de Llobregat, y lo recibirá el día 23 de este mes de julio. El jurado del Premio entendió que era merecedor a ese galardón por «perseguir sus sueños con pasión y entrega, por su incansable vocación de transformar y salvar vidas, y por su profundo compromiso social».
Antes de comenzar ese acto, a los candidatos les dieron unas breves instrucciones sobre lo que tenía que hacer el ganador cuando saliera al estrado y sobre el tratamiento que debía dar al Rey. Pablo estaba seguro de que él no iba a ser, por lo que nada preparó y, al verse sorprendido con el fallo, improvisó su intervención y dijo: «Si estoy aquí es por ser un soñador grande. Un joven vale por todo lo que puede soñar y se decrece cuando se deja vencer por las dudas. Así que os animo a soñar en grande y que se os vaya la mano soñando. A mí se me ha ido mucho llegando a más de un millón y medio de bebés». Y añadió: «Quiero dar las gracias en mayúsculas a Dios por ser un Dios de vida, que me ha enamorado para este proyecto. Quiero dar las gracias a todos los voluntarios que habéis confiado en mí. En especial, daros las gracias, papá y mamá. Vosotros habéis sacrificado toda vuestra vida por mí y vosotros sois los que os merecéis el premio Princesa de Girona». Cuando terminó su discurso, le sucedió como al Papa Juan XXIII que, cuentan, iba a recibir en audiencia a la esposa del presidente de los Estados Unidos y le indicaron que debía llamarla ‘Mrs. Kennedy’, Madame o «Señora Presidente» pero él, cuando de repente se abrió la puerta, extendió sus manos y exclamó: ¡Jacqueline! Pablo, al ver que Don Felipe se le acercaba, abrió los brazos, exclamó: «¡Felipe!» y se fundieron en un abrazo que se ha hecho viral.
- José Ignacio Palacios Zuasti fue senador por Navarra