
Bea Fanjul, presidenta de Nuevas Generaciones del País Vasco.
Dicen que tengo que alzar la voz y gritar a los cuatro vientos que soy feminista. Que a mis 27 años tengo que dar la batalla que mi madre no pudo dar. Que cuando hablo tengo que hacerlo con un lenguaje inclusivo para no ofender a nadie. Que tengo que manifestarme y jamás resignarme. Pero lo que no dicen es que la igualdad no se consigue deshumanizando a los demás.
Cuando me preguntan si soy feminista, automáticamente se me hiela la sangre y a continuación me surge un rotundo «no». No me considero partícipe de la degeneración del movimiento que tanto nos ha costado poner en el mapa.

